Año 2014, tenemos sobre la mesa miles de estudios neuropsicológicos que nos hablan del maltratador y la persona violenta tiene estragos en su cerebro, por lo que podemos decir que, como conclusión a priori, la persona que maltrata tiene bases biológicas que son desencadenadas por circunstancias en su vida social.
Siempre nos pintan al maltratador como alguien malo, agresivo, realmente fuerte de carácter y que debemos tenerle miedo. La realidad es que por los rasgos de personalidad son manipuladores, encantadores, tienen rasgos de encandilar ya que el tipo narcisista tiene que ser que deben estar centrados en ellos las personas que le rodean.
La violencia de género puede definirse de muchas maneras.
El psicoanálisis podemos hablar del problema con el apego, que nos habla que en la infancia establece los prototipos de las relaciones afectivas y que ello nos ayudan en las relaciones a posterior cuando somos adultos, y las expectativas con nuestras relaciones. Estas representaciones son denominadas dentro de la teoría como "modelos internos activos".
Es decir, si un niño ha visto que su madre es golpeada por su padre, se aprende por conducta; pero si aunque el niño no presencie golpes ni pueda percibir el maltrato pero la madre le niega el apego seguro que lo constituye como persona tendremos a un niño inseguro y basará sus relaciones en ello. Al encontrarse una pareja muchas veces crea situaciones conflictivas hasta llegar a diversas formas de no perder el apego "seguro".
Pero para los estudios recientes en neurología vemos que los cerebros de las personas violentas o agresivas hay una estructura diferente para los que no son.
En fin, ahora para los psicólogos clínicos se asocia un trastorno mental en personas que maltratan a la pareja a los que no lo hacen. La mayoría de los estudios que han evaluado la psicopatología de los maltratadores se han centrado en Trastornos de la Personalidad (TP). Aunado a lo que comentábamos antes este tipo de trastornos tienen su origen en la infancia y se describen patrones de percepción y relación con el mundo relativamente crónicos, generalizados y rígidos. Es decir, establecen con los demás relaciones disfuncionales.
Hay estudios que centran los rasgos de personalidad psicópata, asociados a la conducta fria, rígida y antisocial del maltratador. Estos rasgos como la impulsividad, el no pensar las cosas y responder a la presión de forma caótica, falta de remordimiento y empatía, egocéntricos, manipuladores se asocian con el maltratador psicópata.
Si asociamos las investigaciones con los depresivos, y que no ha sido asociado en muchas ocasiones, vemos una prevalencia fuerte entre este estado de animo crónico y el echo de provocar o realizar algún especie de maltrato. De echo muchas personas que han realizado algún acto en contra de su pareja obtiene puntuaciones altas en depresión.
A modo de revisión es importante los trastornos de la personalidad entre los maltratadores y sobre todo la psicopatía, por lo que los programas preventivos deben centrarse en éstas curiosas aportaciones de la ciencia.
Para poder reflejar ésto vemos en la película española de "Solo Mía" donde Sergi López interpreta a un hombre encantador, que deja ver su personalidad al pensar o imaginar la propiedad que tiene en su esposa. Hasta el punto de explotar violentamente.
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